miércoles, 16 de marzo de 2016

CARTA NUNCA ENVIADA

Hola Amor:
Perdona si así te nombro, pero así te siente este corazón que no admite barreras para amarte.
Quizás te sorprendan mis palabras, o quizás... ni siquiera te detengas a leerlas, pero con el sólo hecho de escribirlas, siento que libero... las alas de mi alma... el caudal de mis sentimientos y las inquietudes de mis ansiedades.


Tal vez... nunca percibiste la ternura de mi entrega, la honestidad con que te di entrada, a los laberintos de mi alma, te abrí el paso, sin ocultar nada.
.Y no hablo de cuerpo... ¡No¡ Hablo de ese mundo interno donde vibran todos los acordes y matices del amor.
Porque Sí... no lo niego, te amé y te amo, con una capacidad de amar y de entregar, que yo misma, desconocía en mi.
Mas hoy... comprendo, que el amor es de dos, que no basta, todo este amor que se desborda de mi ser... si en tu corazón no germina y crece el mismo sentimiento.
Es por ello amor mío... que salgo de tu vida, llevándome todo lo bello que de ti recibí y que nunca olvidaré, deseándote de todo corazón que seas muy felíz y si un día me recuerdas, lo hagas con esa dulce ternura que te caracteriza.
Espero algún día... ya sanadas mis heridas, abrir de nuevo, estas puertas del amor, que hoy se cierran para mí.
Tuya Siempre.

Despedia

Por favor cierra la puerta al salir y no te preocupes por lo que dejas atrás, porque haces parte de una historia pasada, de un ayer que simplemente quedó plasmado en una página de tu vida.

No me mires así con lástima, prefiero recordar tu mirada con el brillo que reflejaban los pocos momentos que juntos compartimos, donde aún nos hablábamos sin pronunciar palabra, donde nuestras sonrisas eran cómplices y los roces de nuestra piel hacían despertar emociones desconocidas para los dos.

Aún me pregunto en que momento nuestras almas se despidieron, en que parte del camino te perdí, ¿donde los sueños e ilusiones dejaron de ser de a dos? ¿O quizás no tuvimos ninguno en común?

Pero lo curioso de todo es que en el fondo de mi corazón sé la respuesta sólo que es difícil aceptarla, y duele más aún cuando no solo se han perdido sentimientos sino también tiempo.

No... no por favor, no trates de secar mis lágrimas con tu mano, deja simplemente que broten y se deslicen una vez más, quizás estas sean las últimas que me permita brotar por ti, los motivos que las ocasionaban se irán contigo, ya no existirán noches largas esperando a que llegues para que me brindes tu compañía o el calor de tu cuerpo, ya no habrán palabras vacías que se repitan en mi mente como películas una y otra vez...
Solo queda por decirnos un simple adiós.